Este es unos de los recuerdos mas bonitos que estarán en nuestra memoria, despertamos juntos en familia en la cabaña después de una noche lluviosa y la sorpresa estaba allí, monos salvajes por todos lados jugando y yendo de aquí para allá para el deleite de Francisco y Brisa. Y como en estas épocas es especial para ellos fuimos testigos de su instinto de procrear.












