Salíamos de Guayaquil y las lluvias eran impresionantes, el parabrisas de La Nube parecía un colador y Eliana se encargaba de retener las goteras, Brisa limpia los vidrios por dentro y Francisco dormía.
Salíamos de Guayaquil y las lluvias eran impresionantes, el parabrisas de La Nube parecía un colador y Eliana se encargaba de retener las goteras, Brisa limpia los vidrios por dentro y Francisco dormía.